lunes, 7 de diciembre de 2009

FLUYENDO & MENGUANDO
...MI CAMINO LUNAR ANDO...

martes, 1 de diciembre de 2009

Me late fuerte el corazón!


Hazme un lugar en tu almohada,
junto a tu pecho me calmaré.
Hazme un lugar en tu almohada,
para que duermas te cantaré.
Hazme un lugar en tu almohada,
junto a tu pecho descansaré.
Hazme un lugar en tu almohada,
para que duermas yo te cantaré
una canción de cuna,
un balsesito de Tacuarembó,
te irá llevando en una nube
sino me duermo antes yo.

Hay un rincón de tu pelo
en el que yo me perfumaré.
Hay un rincón de tu pelo,
sobre la almohada esperándote.

Una cascada azul,
como la sombra de una jacarandá.
Me iré acercando a tu mejilla,
para escucharte respirar.



Un poco más de Drexler por hoy...

domingo, 29 de noviembre de 2009

y ella que le preguntaba,
dónde quedaba uruguay

ella bailaba y bailaba y se reía al hablar,
su acento lo desarmaba...


Es una buena noche para estar en alguna terraza de San Telmo, tomando una heineken fría. Y Drexler, claro. Para inspirar a los vientos que soplan desde el río, con aire uruguayo.

domingo, 22 de noviembre de 2009




Charla con un Jate, Sierra Nevada de Santa Marta.



Esa cruz es el símbolo de la trasmutación, el símbolo de la confianza. El simbolo de que la vida terrenal y la vida celestial son la misma. El símbolo de que la muerte es sólo un estadío más de esta antiquísima evolución que atravesamos como seres.
Un ser luminoso, viejísimo de espíritu, que recorrió kilómetros de esta tierra estudiando filosofías orientales, meditando, entrando en una única conciencia con el universo, con la materia, con los elementales. Un ser que caminaba sobre esta madre y decía que los milagros existían, que caminemos sobre las aguas, que podíamos lograrlo.
Entonces, para equilibrar la balanza, transmutando de esa manera cumplió con lo que le correspondía, por tanto entendimiento, por esa evolución.
Cada individuo tiene una bestia dentro, que alimenta con cada pensamiento, con cada acción, con cada falta de conexión. Pero también, existe una bestia colectiva, a la que todos estamos alimentando si alimentamos a nuestra propia bestia.
CRISTO, que es AMOR en hebreo, tuvo miedo, les dijo a sus compañeros que resen, que lo ayuden. Pero la energía estaba tan mal en ese momento, las vibraciones eran tan bajas, las personas vivían mal, desconectadas, todas alimentando a su bestia. En el cotidiano, todos estaban débiles, sin darse cuenta.

Esa transmutación, equilibró la balanza.

Desde todos los tiempos las diferentes comunidades hacen ofrendas con el fin de equilibrar tiempos que no fluyen. Los indios, en nuestra tierra. Ofrendas de sangre para equilibrar tanto desequilibrio. Actos de amor. Sangre de amor y no de guerras.

Y qué pasó con el pecado? Con el dolor y el sufrimiento? Qué pasa con la culpa? De dónde sale la virginidad? El cielo y el infierno? El diablo en una serpiente? LA EXPULSIÓN DEL PARAÍSO!


Aquí estamos, en el único paraíso. En la vida, en esta forma y con este espíritu.

Aquí estamos, esperando evolucionar, transmutar, confiar en el universo y la sabuduría ancestral de nuestra alma.

Aquí estamos, apostando a ser felices porque la vida no tiene otra vuelta, ni tiene culpa ni pena, la vida es el regalo en el paraíso. Y el paraíso es mi eterna existencia.





2009, La Calera

viernes, 13 de noviembre de 2009



Plumajeró guru guru yagé,
plumajeró guru guru yagé,
selva tierra pintero cacería venado agua vida.
Colocando la mente y frente en alto,
recibe la luz de la estrellita divina
Plumajeró guru guru yagé,
plumajeró guru guru yagé,
selva tierra pintero madre sabia pinta cantero en vida.
Plumajeró guru guru yagé,
plumajeró guru guru yagé,
selva tierra gente pinta tribu ancestro agua vida.

Colocando la mente y frente en alto,
recibe la luz de la estrellita divina.

viernes, 23 de octubre de 2009



El tiempo en espiral infinito hacia arriba, hacia adelante. Hacia el sol.
El espacio que se mueve, que cambia, que muta, que se transforma bajo nuestros pies y sobre nuestras ilusiones.
Pero siempre hay algo que vuelve.
Simples casualidades, la ley del destino, pero hoy vuelvo a tener los pies frente a él.


Septiembre 2005 ,
Lloviendo: acá, allá
*
*
*
Ironías, acá y allá.
Ironías de un viento que viene del norte,
que viene de otro país.
Ironías ajenas,
ironías lejanas.
Pasados tristes, y acá que nada pasa.
Un sol en un mes,
un viaje en el otro.
Perdida y sin boletos.
Perdida, inventando un final mejor. Pérdida.
Todo en mi mente.
Palabras lindas.
Y garúa.
Llovizna del este, gotas frías.
Como esas noches.
Todo tan gris, tu ropa mojada, y yo temblando.
Hacía frío. Hacía miedo.
Estaban tus ojos enormes, eternos, mirando.
O esperando.
Que yo mire, que yo sienta, que toque o que crezca.
Y nos empapamos de sed.
Pero ninguno bebe.
Ajenos, desde lejos.
Como ironía.
Hacía frío. Hace miedo.



De cuando La Candelaria se convirtió en San Telmo por un momento...
Afortunadamente, todo transmuta, y hoy, ya no somos los mismos.

martes, 20 de octubre de 2009

¿Quién me dibujó ahí sentada, por el resto de mi vida?



Respiraré profundo para llenarme de vida, de aire nuevo, de simples pasos que me lleven adelante.
Respiraré profundo y cerraré los ojos.
Dejaré que un viento me despeine la cabeza, y me vuele una lágrima de esas tímidas que se caen de costao.
Sentiré profundas las nostalgias, sentiré bien hondas las desilusiones, y me voy a impulsar con el fondo de este río para salir nadando y llegar al mar.
El agua dulce salpica el aire, y llena el lugar de gotas frías que volando se van.
Voy a preguntarme de nuevo si ya crecí. Si ya nací. Si ya volví.
Creeré en el camino, creeré en la vida, creeré que las vueltas son para llegar a algún lugar.
Soltaré la bronca, la impotencia, soltaré al fuego la tristeza, el abandono, la soledad.
Jugaré con mis manos a inventar pájaros en el aire. Volaré alto con mis manos, sentiré el soplo de mis antepasados como una ráfaga que me atrapa por el cielo y me lleva a pasear.
Tendré una casa nueva, tendré polaroids de otras épocas. Tendré escaleras.
Volveré a caer otra vez. Por la escalera de la casa nueva. Luego de haber volado y haber soñado, luego de haber crecido y haber nadado.
Volveré a caer porque para eso están la escalera y la casa nueva.
Respiraré profundo. Entenderé un poco más.
Respiraré profundo para encontrar qué hay en lo profundo y removerlo con el aire que entra. y sale. Entra y sale...

La medicina del coyote...
no te tomes la vida tan en serio.
Respira profundo, y entiende que todo pasa. Y que todo, es nada.
Y que nada es importante. Y que todo es importante. Pero nada más...

domingo, 18 de octubre de 2009









Dos nenas de 9 años
envueltas en un plástico asfixiante.
Se abren las flores azules,
adentro del mercado viejo.
Persiana grande y gris
separándolos del mundo.
El brillo de las luces de afuera
está encegueciendo al viejito,
que ya no ve, no cree, no entiende.
Cuando la novela termine
estarán subiendo la escalera,
otra vez,
envueltos en la infinidad
de ese entrepiso de madera carcomida
y de ratitas chillonas.


*°aburrida°*

Me aburre hablar de cine, de planos, de tamaños de negativo, de fotógrafos, de Woody Allen, me aburren las charlas sobre la emulsión.
Si vamos a tomar un café a Juan Valdez, vamos a hablar de cosas importantes.

jueves, 15 de octubre de 2009



*Volví para mostrarte que la luz es el deseo de ver*

lunes, 12 de octubre de 2009



De niña me parecía un acto de rebeldía escribir a estas horas.
Dónde empieza el día?
Cuando me lo invente...
Tantas formalidades nos vuelven cada vez más cuadrados.
Un esquema perfectamente diseñado para que nadie se salga de su lugar...
Que de acá hasta allá, que por aquí y por acá, que más arriba ya es peligroso y más abajo, pues... ¿maravilloso?
Muchos letreros que te llevan, muchas rutas ya probadas... y el miedo que te meten a golpes en la cabeza para q no te arriesgues a tomar caminos que no conoces.
Un mundo fabricado para idiotas.
Y seguimos reproduciéndonos,


(y evadiéndonos)...

viernes, 9 de octubre de 2009

Viajar a otro país, lejos de todos.

Lejos de lo conocido.


Yo pienso que es una forma de acelerar los procesos...


Es como hacer un curso express de vida y vivencia.






°°°Apuradita vine,
relajadita me voy°°°

martes, 6 de octubre de 2009



Conversando con Bogotá...

...a ver si jugamos un poco.


jueves, 1 de octubre de 2009

tengo ganas de escribir sobre labios,
sobre filosos amaneceres...


tengo ganas de escribir sobre altas palpitaciones nocturnas,
sobre besos corrientes y contracorrientes,
sobre la muerte;
palabras eternas llenas de deseo
y el corazón con sus venas inflamadas



...





GaNaS





...




(sin perder)



Arrojarse desde lo alto.

Soltar las cuerdas y desatarse.

Caer rápido, despeinarse, asustarse.

Libre.

Liebre.

Fuego.

Luna.

Viento magnético blanco soplando y soplando...




lunes, 28 de septiembre de 2009




Llegué a trabajar a las 6.30 de la mañana, llegué media hora tarde pero al primero que me dijera algo le iba a escupir la cantidad de cosas que tenía para decir. El día anterior trabajamos hasta la 10 y media de la noche, casi 16 horas, y no nos respetaron ni las 9 horas de sueño. Lo que hacían con nosotros no sólo era ilegal, que al fin de cuentas es lo menos grave... el problema está en que no tienen noción del respeto por la vida del otro. Se pasa por encima de la familia, de la intimidad, del descanso merecido por todo ser humano, no existen los derechos humanos en ciertos trabajos. Y no es culpa de los jefes, de los supremos productores, es culpa del trabajador, que tampoco respeta su cuerpo, su mente, su tranquilidad, su tiempo y espacio. Pone la vida al servicio del de arriba, pasando por encima de todo. Por un sueldo mediocre, transmitiendo información mediocre, vacía. Por nada. Es que está instalada la filosofía del miedo. Imponen el temor por la falta de trabajo, pánico a ser un eslabón suelto de la cadena estructural del sistema socioeconómico eficaz de este mundo. Cómo se hace para vivir sin un sueldo todos los meses? Cómo se hace si no tengo a quién obedecer órdenes? Una filosofía de sometimiento, y, claro está, de sometidos. Una forma de vida en la que no caben sueños, vidas bonitas haciendo lo que se quiere, tiempo para disfrutar de lo que se tiene... Esa necesidad de repetir un patrón instaurado en la colonización. Ahí se notaba bien quién era quién... pero, ahora? Es más confuso, pero todos mantenemos uno de los dos lugares. En algún momento de la historia nos cambiaron el chip y no nos dimos cuenta...
Y aún no acontecía lo peor...
Al rededor de las 7 y media llega el director de fotografía. Él había estado el día anterior en la otra unidad y no fue de los que trasnochó. En cambio, la que escribe... si.
Yo tenía la vista borrosa y estaba medio lela, un poco por el sueño, otro por el cansancio físico, pero yo creo que tenía una nube de bronca al rededor mío.
Por mi lentitud me pregunta... " I , Qué te pasa? Tomaste ayer? Estás borracha? "
En un dibujito animado, el protagonista se pondría rojo de la furia y le saldría hasta humo por las orejas.... no estuve lejos.
-No, el problema es que ayer trabajamos hasta las 10 y media de la noche y hoy, nos tocó levantarnos para llegar a trabajar a las 6 de la mañana... yo creo q ése es el problema...
No veía el momento de salirme de ese sistema contaminado por todas partes. Sentía que todo estaba impregnado de esa forma de pensar en la que de todas formas, uno siempre salía siendo menos. Un verticalismo hiriente, que devasta emociones, ilusiones, sonrisas...
Estaba mal, sentía que realmente el último lugar en el que quería estar era ese... Me sentía parte de esa estructura, y lo peor de todo, que yo la había elegido. Que la desesperación de estar sin trabajo me había ganado. Que el aceptar pronto porque no hay otra cosa había sido más fuerte. Dejé de confiar y las vueltas de la vida que por suerte, no siempre son largas, me enseñaron de un golpe. Hay que dejar de elegir por miedo, hay que sacarse todos los miedos del cuerpo. Hay que estar bien despiertos para encontrar dónde está ese miedo, y una vez que lo encontramos, si somos lo suficientemente inteligentes para comprender que el miedo es de la cabeza, que el miedo está lleno de patrones sociales, de estructuras, de limitaciones culturales impresas en nosotros, podremos dejar de hacerle caso a la cabeza, (otra pendeja) y escuchar nuestro corazón.
Ay, me había dado cuenta de todo eso un sábado, por la mañana y aún me quedaba todo un día de trabajo. Y tres más la semana siguiente... ¿Cómo hacía?
Sentía que no daba más, sentía que tenía mucho cansancio, que tenía mucha bronca, sentía el pecho como presionado... En ese momento me dí cuenta que necesitaba ayuda. Y la pedí.
Por favor por favor, ayudame a seguir. Ayudame a que estos últimos días que me quedan puedan ser agradables, que pueda disfrutar y dejar de padecer toda esta explotación... Ayudame...

Me aburrí y subí al cuarto de vestuario. Estaba embolada, como en un estado de shock emocional y todo... Les conté lo que me había dicho el director de fotografía y quedaron indignadas también.
-Ay I, qué horror! tomate una cerveza y listo.
-Sí, qué bueno no? pero hasta la noche....
Entonces una de ellas se paró, abrió la puerta de un pequeño armario para que yo descubra el tesoro que tenían escondido... Una Costeña en lata, helada, con gotitas de sudor en su superficie... de un color metálico precioso...
-Tome m´hija tome, que nosotras tenemos más ahí atrás.
Cerré los ojos y agradecí.
Esa cerveza me regularizó el ritmo cardíaco, sacó mi nube de los ojos, me destensó los hombros y la espalda, me puso una sonrisa de complicidad por mis deseos cumplidos en mi rostro y me devolvió contenta, lista para ser libre en unos días....

Cerveza, pura medicina!!!

martes, 15 de septiembre de 2009


La ciudad se apagó de golpe.
Siete flechas me señalaron el camino.
Una luna roja nació en el cielo y me iluminó la cara.
Necesitaba encontrar a la sacerdotiza...
Me sumergí en lo oscuro para que me cuente cómo era, para que me ayude a recordar. Navegar en un río negro através de las venas, para llegar al inicio. Para encontrar la esencia mia en la esencia de ella. En mi centro.
Profundo y denso.
Sacar a la luz los miedos moviliza el río y se desestancan las aguas. Las piedras preciosas que se fueron hundiendo con el tiempo emergen a la superficie. Movimiento lento, aunque duela, aunque cueste, movimiento para seguir vivos y dejar de sobrevivirnos.
No es tan difícil decir basta y dar un paso al costado. Desentendernos de lo que no nos pertenece. Bajarnos del tren familiar detenido hace décadas y aprender a volar nuestro propio camino inventado y soñado porque así lo vibra la esencia: Mi esencia reflejada en el fondo del fondo del río denso y oscuro, lleno de venas vacías, rodeadas de miedos suspendidos en su lugar por un momento.
Me miro en el agua, río de obsidiana oscura y femenina que fluye por la tierra, por las napas y por las acequias, agua horizontal que se transforma en la sangre de la madre, que limpia, sana y purifica...
Entiendo la profundidad de donde venimos, entiendo la eternidad de donde nacimos, y como si fuera poco, me encuentro a la sacerdotiza, vieja y poderosa, a través del espejo de agua.
Veo la inmensidad de ese espejo y me doy cuenta que es un vientre.
Cuál es mi esencia???
Ella se acerca más, asombrada, como si no hubiera escuchado nada ni entendiese nada tampoco. La anciana con sus ropas que la hacían tan lejana en tiempo y espacio, se acerca cada vez más al espejo. Me mira a los ojos con fuerza como si quisiera atravesarlos, y atenta, observa mi mirada.
Sale de esa inmensa placenta, empapada, se sienta frente a mi, me toma las manos y sin sacar sus ojos de mi rostro, me pregunta:
Cuál es mi esencia?






sábado, 12 de septiembre de 2009





"Lo

que

mucha

gente

llama

amar

consiste

en

elegir

a

una

mujer

y

casarse

con

ella. "



Julio Cortázar.

lunes, 17 de agosto de 2009


Puertas cerradas,
sueños estériles.
Palabras que te lastiman, que te gritan, que te rasgan,
retumbando en una cabeza adolorida.
Girones de piel perdidos por la calle.
El destino enredado en tus medias rotas.
Glamour que chorrea grasa.
El encaje agujereado.
El platinado de la cabeza desgastado.
Maquillaje corrido, lágrimas de rimmel recorriendo tus mejillas.
Te chupa, te consume, te jala desde adentro
la más cruda tristeza.
La más inocente verdad que corroe,
que recorta, que destruye los huesos carcomidos por el tiempo.
Lujuria, pereza, gula... atacada por todos los pecados y más.
Perlas en tu cabeza, en tu cuello y en tus muñecas,
para ocultar la mugre, la suciedad alojada en la piel reseca.
Quebrada, temblando, tirada en la vereda.
Un hilo de sangre gotea por entre tus piernas flacas.
No es un mal sueño, Elena.
Fue una mala elección...

domingo, 16 de agosto de 2009

Informe Operativo





Tan parecido el idioma, y tan lejos de entendernos completamente.

Viajando, soñando, tropezando y riendo.

Llegué a Colombia, con el mundo girado, mirando todo desde otro punto, un viaje de sal, de azúcar y de limón. 2 horas más temprano.

Acá no se toma birra, tomamos polas.
Acá Ivanna es un nombre absolutamente raro, tanto que tengo que repetirlo un par de veces, hasta que dejan de llamarme Giovana o Johana... O a veces optan por llamarme "mona" -rubia-
Acá no hay hijos de putas, aquí todos son hijueputas...
La cocaína no se llama ni merca, ni pala, ni merluza... es el "Perico"
La marihuana, es vareta. Y la gente entonces se traba.
Si te invitan a tomar un tinto a las 10 de la mañana, no se trata de desadaptados sociales. Un tinto es un café. Y un café es un café con leche. Y estar mamado es estar cansado, (los primeros días estaba convencida que se trataba de un país de puros alcohólicos).
El membrillo se llama bocadillo, y se come con plátano.
No hay dulce de leche, sólo arequipe.
El servicio militar es obligatorio.
Acá la gente no tiene resaca, tiene "guayabo".
La frutilla es fresa, y Frutillitas, el dibujito para niños, se llamaba Fresita.
No existe el sindicato de la televisión, trabajamos hasta que terminemos y todo por los mismos pesitos.
Acá un sueldo de mil dólares es un sueldo de 1 millón de pesos.

Porteños y rolos...
El billete más grande que hay es de 50 mil pesos. Las monedas son de 50, 100, 200 y 500 pesos. No existen los mercaditos chinos a cada vuelta de esquina, sólo hay tienditas pequeñas que venden pocas cosas.
Acá huele a Gabriel García Márquez.
La gente escucha Soda Stéreo, Vicentico, Los fabulosos Cadillacs, los auténticos decadentes...
Hay puentes peatonales por todos lados.
Las calles tienen nombres de números. Disminuyen hacia las montañas.
Los dos cerros más grandes: Guadalupe y Monserrate. Una virgen y una iglesia.
Los policías son tombos.
Y los niños, chinos.
No hay subtes, pero crearon el Transmilenio, que es un bus muy grande que posee una calzada propia y viaja más rápido que cualquier buseta.
Mis amigas no están en esta ciudad... extraño a mis parceras de la vida.
Pailas marica, qué pereza...
todo es tan distinto...
Pero no hay que dar papaya, para que a uno no le mamen gallo.
Hay que tener cuidado con los gamines que te piden plata por la calle... por las dudas, tenés que tener un par de palabritas para defenderte...
-Hijueputa... polvero!!! Se me larga de acá gonorrea... (y cuando están ya lejos...) ¡PIROBO!

Cuidado parcero, si ud charla con alguien y no comprende este último léxico, pues debo informarle que se trata de puros gomelos.

Te cuento también de una ley que rige las calles y se llama PICO Y PLACA, de acuerdo a la placa de tu vehículo, 2 días a la semana no podrás sacarlo entre las 6am y las 8pm.
En las calles circulan puros autos nuevos, hasta ahora, en Bogotá nunca vi un peugeot 504... ayy como en el primer mundo! Lástima los tanques, que no creo sean último modelo...
Los motociclistas tienen la obligación de usar unos chalecos bien feos, de colores flúor, con las patentes de las motos. Y llevan uno para el acompañante también.
Otra cosa que sucede en la ciudad de Bogotá es la cultura separatista ya impresa en cada barrio. Cada persona, de acuerdo al lugar donde viva, posee un determinado estrato. A cada estrato le correponden impuestos distintos. Hay estrato 1 (gente pobre, muuy pobre, zonas alejadas), estrato 2, (gente sin tantos recursos), estrato 3 (gente de clase media), estrato 4, 5 y 6...

Y por último, antes de cerrar este informe, no puedo dejar de nombrar a... LOS ORTODONCISTAS!! Algo sucedió en algún momento, una equivocación en la producción de brackets nacional, alguien les agregó unos ceros a las cantidades que había que hacer, y los dentistas empezaron a colocar brackets a lo loco!!! Niños, niñas, mamás, papás, policías, actores, viejitas! Todos!! Nadie se salva de los brackets, ni hasta la mujer de pueblo, con sus vaquitas y sus 7 hijos... Desmesurado el uso de brackets en este país, realmente cada día me sorprendo con nuevas sonrisas plateadas que plagan la ciudad...

BOGOTÁ TE SONRÍE!


Hasta luego!!!














Madre ponme en la chaqueta, las medallas.
Los zapatos ya no me los puedo poner.
Mis dos piernas se quedaron, en Malvinas.
El mal vino no me deja reponer...
De la nítida y oscura pesadilla,
de Valeria Mazza, besando al cordobés,
que murió estaqueado solo entre los cuervos desangrados.
En Resistencia, aquí en los 2 de abriles, brindamos por él.
Argentinos, argentinos, qué destino mi amigo argentinos,
nadie sabe responder.
Argentinos, argentinos, caminando siempre al lado del camino,
la ventaja de no pertenecer.
Abrazada en la tribuna, con cualquiera,
cuando boca está en mi boca, en mi boca de mujer.
Entra el tetra hirviendo, el porro y las anfetas,
dale boca dale boca dale boca dale boca, tenga fé.-
Que la guerra está perdida, y de esto ya hace tiempo
y esto todos lo sabemos,
qué le vamos a hacer?
Te regalo la bombacha, transpirada,
si hoy ganamos la copa 4 a 3.
Argentina, Argentina, qué pasó en la Argentina,
es la casa desaparecida.
Argentina, argentina, bienvenidos a casa Argentina,
a la desaparecida.
Soy paragua de la villa 21,
yo te la mamo, yo te hago todo lo que vos querés...
El sargento Ibarra se me ha enamorado,
los domingos paga el whisky y el hotel...
Yo le robo la pistola cuando duerme,
y me voy a Godoy Cruz, a Godoy Cruz y Santa Fé.
A cuidar de la Ramona y de los pibes,
que te besan, te roban, te cuidan, entre las vías del tren.
Entre Rosas y Sarmiento, Don Segundo y Martín Fierro,
la barbarie y los modales europeos,
el país de los inventos, Maradona,
los misterios del lenguaje metafísico del gran resentimiento.
Bienvenidos inmigrantes a este paraíso errante,
ya se sabe que el que no arriesga no gana.
Y esa casa que dejaron escapando entre las balas,
era el caldo del cultivo a la nostalgia.
En el reino del silencio cavernario de oropeles,
un concilio de miserias, de rodilla en los cuarteles.
Y hubo una fiesta de todos, embriagada, delirante,
no te metas, algo habrá hecho ese maleante.
Yo volví con Onganía y la cosa aún seguía;
Aristócratas patricios y Patricias de Anchorena,
tan católicos mamones, protagonistas sin roles,
yendo tras de un socialismo patriotero, indicalista,
preparados todos para aterrizar en pista.
Ya vacíos los aviones, transformados en camiones
de intereses, balas tristesy vecinas que no entienden
que ha pasadoen este barrio tan tranquilo, tan callado
y quien dió la orden de cambiar el mundo?
De leer Antena en la peluquería
a jamás volver a sentir alegría.
Madres muy desesperadas cocinaban y planchaban
hoy sus hijos son caníbales fantasmas.
Los cadáveres se guardan o se esconden en el río,
en palacios de memoria ensangrentada.
Y tenemos pijas grandes, largas como mil facones
y anacrónicas arengas, melancólicas uniones.
La bandera enloquecida, maten a los maricones,
que los hombres van de putas para sentirse varones.
Siempre el padre omnipresente de mirada contundente,
que escondía un seductor muy asexuado.
Gracias papi por las flores, por las reivindicaciones,
vos sabés los hijos nunca te fallamos.
Y si mami aún viviera, hoy sería jardinera
en el Cementerio Club de las pasiones.
Yo que nunca anduve en nada, nunca me metí en política,
simplemente fui un muchacho hedonista;
y chiquitos y chiquitas inocentes con un arma
por el odio mas brutal descuartizados.
El mas fuerte penaliza, pega duro, te hace trizas;
nada personal, naturaleza humana.
Los poderes organizan cual será la repartija
de los bienes de la época.
Nadie se puede salvar, nadie se puede salvar.
Sigo vivo, sigo atento y observando con el tiempo,
esta extraña enfermedad inclasificada;
que te afecta muy deprisa, que te quita la sonrisa
cuyo síntoma es que ya no importa nada.
Argentino hasta la muerte, la patilla de Facundo
recortada de la Gente, de la Caras.
Y seguir comiendo mierda, cada día, cada noche
y explicarle al mundo entero nuestra nada de la historia universal
de la Argentina ensimismada,
que contiene enciclopedia de uno mismo
y encender con la birome palabritas en el cielo,
en el campo las espinas y en el centro de mi pecho hay un bicho que camina.
Hoy la casa de mi infancia ya no existe ni hace falta
yo la llevo bien adentro en mis entrañas.
Toda llena de colores y de desapariciones
muy tempranas, muy profundas, muy amargas.
Nada ha desaparecido, ni la casa con 10 pinos, ni mi amor, ni la zamba de mi esperanza.
Es que el mundo es muy cretino
pero puede ser divino, si yo quiero, porque nada en este mundo me hace falta.
Nada más que algunos trucos, un conejo, una galera, un colchón, un tocadiscos y una mesa.
Y es posible que los hijos puedan cambiar lo que hicimos
y la casa nunca mas desaparezca.
Argentinos, argentinos.
Qué destino mi amigo, argentinos, nadie sabe responder.
Argentinos, argentinos, caminando siempre al lado del camino,
la ventaja de no pertenecer.
Argentina, Argentina, qué pasó en la Argentina?
Es la casa desaparecida.
Argentina, Argentina, donde todo es mentira, Argentina, la desaparecida.
Bienvenidos a la casa de todos, a la casa desaparecida.
Bienvenidos a aparecer en este mundo,
Argentina la desaparecida.


Fito Páez








jueves, 30 de julio de 2009









En Bogotá llueve.


Un amor más, un beso más, una caricia más que me conmueve...
En la mitad de la ciudad los autos se trancan, la gente se insulta, los bocinazos me abomban la cabeza.


Algunas partes se parecen a Buenos Aires, La Candelaria tiene un aire a San Telmo, Chapinero parece una postal de algún barrio de Olivos, La Soledad, Núñez...
De vez en cuando me asaltan recuerdos de otros momentos, en donde estar en mi cuerpo y en mi piel se sentía distinto.
Suaves palabras de aliento consuelan esto, que no sé si es destino o locura.
Caminar mucho en poco tiempo, o pasar poco tiempo caminando mucho. Sin nada que llevarme, sin nada que dejar... El cuerpo y el alma que se acomodan distinto cada vez.
Las risas pasan, las lágrimas pisan el tiempo, los rostros cambian.
La Tierra es la misma, el mismo suelo combinando con el mismo cielo.
El mismo sueño con la misma sed.
Las uñas siguen creciendo, mis amigas me siguen escribiendo.
Me agito cuando corro, la torpeza nunca me abandona.
Desde hace un año que me emociono por las cosas más idiotas. Y sigue pasando.
Mala suerte con los hombres, esperando que cambie la racha todos los días...
Muchas opciones siempre, las calles, los aviones, las preguntas, todo el tiempo eligiendo.
Y Bogotá que a veces me cuesta, pero nunca me deja de sonreir.
La gente, sus cuentos, las lucecitas por todas partes.
Guadalupe y Monserrate espiando mis versos de vez en cuando, y yo sigo prometiendo ir a conocerlas algún día, y fotografiarte desde arriba.
Tierna la noche.
Fugaz la mañana.
Brillante el día.
En Bogotá llueve.
Pero no hace frío.
Crecí, y Colombia me recibió con una bandeja paisa.
Soñé mirando hacia el norte.
Lloré recordando el sur.
Pero entendí que la vida es como el este y el oeste, el sol nace aquí y muere allá, el día termina y vuelve a empezar, arriba es abajo y abajo luego arriba...









°°°Triste época la nuestra. Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio°°°
aLbert eInsTein

martes, 14 de julio de 2009















Una noche de verano de esas que queman.
Buenos Aires arde en sudor.
El ventilador escupe un ruido tétrico.
Tus brazos abrazando mi garganta.
La sábana se nos pega.
Los cuerpos se resbalan.
Tu piel se hunde en mi.
Calor,
los segundos se hinchan.
Los minutos giran y gotean.
Nada pasaba por esa habitación.
Ni nuestras sombras.
Afuera el pasado y el futuro.
Las leyes, las deudas y las misas.
Nadie voltea a esa habitación.
Ni demonios ni ángeles.
No hay agua.
El calor nos jala desde la cama.
Por suerte no usamos anillos.
Ni ropa.
Incautos, intactos, profundos.
El aire denso y caliente nos envuelve.
Suspendidos en ese calor sofocante,
huérfanos, desnudos.
Por la ventana, vemos el baile de una gaviota.
Nos sumergimos en sus plumas.
Por fin desaparecimos.
Y escapamos con ella.
Yo me hice alas,
tú, vuelo.


La piel cuajada y reseca. Las manos frías y toscas.
Un mar de dudas entre las sombras de su cuarto y ella.
Dosificando las gotitas para no curarse demasiado.
Por la ventana la miraban dos ojos oscuros.

En la cabeza tenía dos pájaros de garras negras y plumas azules.
Guardaba un diario en la mesa de noche, un diario del 96.
Papeles en los bolsillos y besos de mujeres en muchas partes.
Humo en los tacones, cigarrillos de Palermo.
Las paredes albergaban el frío de las noches interminables.
La cama se le hacía inmensa, la piel le vibraba en una sutil agonía.

Apuntada por varias enfermedades, Triana esperó el amanecer.




¿Dónde estás, que me dejaste gris el alma de tanto esperarte?


¿Qué hiciste con mis tardes amarillas, mis colores y mi vida?


¿Dónde me llevaste, dónde me dejaste?


¿Dónde estás?




Triana, tu maldad...

lunes, 13 de julio de 2009




Había una vez, un bosque en una estrella.

Una vez esa estrella fue de René. René era un hombre que fue mi padre una vez. Tenía ojos azules como los míos y una vez desapareció y se fue a esa estrella con un bosque verde.

Una vez se encontró con un espíritu, no lo podía ver bien porque una vez cada tanto se hacía medio invisible, pero igual le enseñó muchas cosas. Una vez ese señor lo llevó al centro de la estrella, y le dijo que mire hacia abajo. Esa vez la estrella se abrió y vieron que había gente que les estaba cantando y danzando. Fue una vez, pero fue una vez hermosa.


René estubo una vez sintiendo el aire, de pronto estornudó, y se hizo viento.

Una vez René se acercó a un río empujado por la sed, y cuando se miró en el reflejo, vio que él era agua. René se asombró y se calló al río.

Una vez René se enamoró de una mujer que vendía brillos, y se dio cuenta que la mujer era muy brillante, y de tan brillante que era, se brilló todo. René quedó brillando esa vez.

Una vez René salió al patio de su casa y miró el cielo, y se dio cuenta que su piel era celeste y su cuerpo era invisible.

Una vez, René vio cómo talaban un árbol en su bosque. Esa vez, a René le salieron unas manchas en la piel.


Una vez René se puso contento de ser René.
Una vez, de pura casualidad, yo le canté a esa estrella.

domingo, 12 de julio de 2009





Iglesias, monasterios, templos, mezquitas, cada lugar para una programación distinta de personas.

Cada color, cada significación, tratando de entrar en el enriedo de la maraña de la mente.

Para por fin entender lo mismo.

Nada.

No hay formas, no hay libros, no hay nada.

Sólo un cuerpo que siente y una mente que habla y habla.

Hay autos que te dicen cómo ir, hay buses que te acercan, hay amigos que te recogen cuando llegás... pero a dónde?

Si siempre es el mismo sitio, el mismo sol con las mismas nubes y truenos que te pegan sustos sorpresivos. Si siempre es el mismo amor, y no hablo de amores ni amantes, hablo de la misma sutil forma que te acaricia el corazón cuando está abatido y cansado. Siempre el mismo espejo que refleja los mismos ojos.

Dónde llegué si el camino sigue siendo el mismo?

Trámites de cientos de dólares, señales de alerta, solicitudes para completar. Múltiples preguntas para catalogarte, para entrar en un sistema cuasi perfecto. Terciario incompleto. Dedicación?

Sexo? escaso por cierto.

Aburrida de ponerle nombre a las cosas para cada vez hacer más compleja la llegada al mismo sitio. Y para facilitarnos la vida van inventando más y más cosas que nos ayudan. El paraguas para no mojarse, el teléfono e internet, ¿para acercarnos?, los bares para emborracharse, los trabajos de 15 horas para mantener a la familia... ¿qué familia?

Y un día te levantás y te das cuenta que el paraguas no te hace verdadera falta y el teléfono tampoco, ni el auto, ni tus títulos de súper profesional, porque estás desnuda, parada frente al mismo espejo, con los mismos ojos tristes, con el mismo corazón aplastado por la angustia, callado por el miedo a rebalsarse de tantas emociones a las que fuiste bajándole la voz para no hacer ruido...

Nada.

No hay nada.

Sólo agua en nuestras venas y un fuego que nos bombea la vida.

Nada.

Somos nosotros rodeados de formas, de convenciones, de amabilidades y de guachadas.

A veces más paranoicos.

A veces nos olvidamos quién o por qué somos, hablamos, caminamos, nos movemos, y buscamos respuestas. Alguien que nos explique por favor, que tengo que completar el formulario del pasaporte y olvidé mi nombre.

Palabras que me tranquilicen, y así, más segura pueda volver a creer en mi.

...

en mi qué?


domingo, 14 de junio de 2009


Destino programado.

Vértigo.
Náuseas.
Una ventana muy chiquita por donde ver la inmensidad de nuestra casa.
Palpitaciones.
Y el libro que me emociona más de la cuenta.
Me apuno.

Entonces miro, abro mis ojos grandes, "color tiempo" me regalaron una vez, y veo los pompones de nube, que uno se pregunta a qué sabrán, a qué olerán.

Y se convierten en un mar que cubre las montañas, las puntas maravillosamente marrones que asoman de entre la espuma blanca.
Sal, olas, montañas, nubes.
Recuerdos invertidos por la altura, y una nostalgia de lo que está abajo, abajo y atrás.
Sensaciones raras.
Sentirse ajeno al aire, ajeno a la altura, estar de visita en una parte de este universo que está más arriba de lo que siempre pisamos.
Sujeto a qué?
¿Por dónde pasa la soga de seguridad por si esto falla?

Un avión que lleva pasajeros, sobre la cordillera andina.
Un pájaro de ilusiones que nos lleva a volar, a cambiar el destino, a aterrizar en otra parte de la misma América.
Uniendo el norte con el sur,
uniendo lo conocido con lo desconocido,
partiendo hacia el misterio.
El cóndor del sur y el águila del norte.
Mi parte andina y mi parte selvática.

Soy yo, materia y alma, tiempo y espacio.


Etérea y eterna.
"Y" & "O", opuestos: YO.


El vuelo había sido hasta muy alto.
Amaneció en un momento de transición, no era aquí, ni era allá, solamente amaneció, y todo cobró un color anaranjado. Mis mejillas, el cielo y las aves.
Como si la cantidad de convenciones que nos limitan, que nos encierran, no tuvieran sentido cuando uno está en ese momento de cambio, volando, en ningún lado, y en todos a la vez.
Y entonces nace un nuevo día en ningún lugar.

sábado, 23 de mayo de 2009

*nos também somos estrelas podemos iluminar*

martes, 12 de mayo de 2009


















... es como ese momento en que la foto supera al fotógrafo y ya no hay nada más.



Bueno, algo más...











Te cuento un cuento.
Como de esos que se cuentan abajo de un árbol, pero por internet.

Te cuento un cuento, mitad cuento mitad secreto.
Un cuento que es alivio, arte, rezo.

Suena en blanco y negro un viejo tambor.
Suena el negro, suena el blanco y sueña el tambor.

Revelar de pronto en una mano que la vida está pasando ahora, como una cinta de video debajo de nuestros pies. Y ver que todo está en mis manos, leer que todo es verdad, hay millones de idiomas, uno por cada uno de nosotros. Es el juego, uno entre infinitos.

Y entonces,

tu idioma,
en tu mano.
La cinta que corre,
en tus pies.
La cordura,
en ningún lado.

Palitos que salieron de pequeñas ramas de los árboles enormes del campo, qué campo más grande! Un campo verde abajo y amarillo encima, lleno de luz. En Luján.
De noche se hace verde y azul.

Se agudiza el oído.
Descifré el sonido de un pájaro,
Lo ví. Lo descubrí es-piando.
Era tal como lo inventé.

O más o menos.
Igual él también estaba jugando.


... Campo grande. Verde espíritu.
Tierra bella, Madre simple.

Y sólo tengo eso, una mano y un idioma de dos colores.
Cuando me terminé de ahogar en la desesperación...
Tu voz y tus caricias.
Con los cinco sentidos.

La lluvia de mayo y los rayos del sol se unieron en igual tiempo y espacio.
Un arco de 7 colores les libera el paso.


Primero uno, después el otro. Primero el otro y después el uno.

El sol-mayo-el sol.

A ver la mano...
Leer en esas letras la palabra VIDA, entender que somos el cuenco que alberga el agua.
Somos el agua y somos el cuenco.
Y un cuenco lleno de agua.

Y la mano y la palabra.










La cámara escupió el sonido de la obturación.


Y Juan Pablo dejó caer los palitos al piso.








sábado, 9 de mayo de 2009


*
Habíamos parido 153 estrellas,
de deseos que llegan y sueños que van.
153 estrellas de 8 puntas.
Brillo contrastado
que entró por el balcón de la casa.
Desata-almas que limpian y purifican.
153 estrellas que vienen y van,
moviendo sus brazos y piernas.
153 estrellas tierra.
Estrellas luna.
Estrellas cielo.
Estrellas mar.
Por las mañanas dos ruiseñores.
Tardes claras.
Agua & vida.
Sangre vacía.
El lucero vespertino brilló azul
sobre 2 cuerpos que se salvaron.

Vuelven para atrás.
Y vuelta a empezar.
Estrelladas rutas violetas.
Mal de ojos, chupa cabras.
Desnudos y sin dolores,
nos soñaron 153 niñitos-soles.
153 luces en mi vientre.
Una noche esperando el alba,
nos mezclamos con almizcle.
Éramos 153 seres llenos de pureza.
Y también fuimos una lluvia.
Y vimos viento. Y éramos agua.

Hemos parido 153 estrellas,
por parto natural.
Una noche,
estrellada y casual.





lunes, 4 de mayo de 2009




Media Luna para recordar...

Camino por la calle, y llego a una esquina olvidada. Llena de pastos muy altos. Yuyos. Escombros. Los 3 caballos que estaban pastando se detienen y me miran.
Y el cielo me envía una señal, así q voy.

Un ícaro se repite en mi cabeza, trayendo toda la vibración de lo que está vivo. Navegando en ríos de mi sangre, acaudalosos afluentes que convergen en mi corazón, que late, y late, y late por encima del tambor.
La voz va y viene, sube y baja. Está y ya no está.
Mi cuerpo se mueve acompañando el ritmo del universo. Descubrir el tiempo justo en el que coinciden lo q necesitamos y lo que nos está pasando. Es el mismo momento que vibra con el tambor, y con los fuertes golpes que retumban en mi cabeza y en la inmensidad de la tierra.

Las tinieblas tienen recuerdos, hay ancianas, hay niñas dobladas de sed, mujeres de pelos largos, despeinadas, cubiertas de cenizas, muy altas, dobladas de dolor. Apoyándose en árboles muy viejos y sin hojas, para no caerse. El espíritu del bosque es una mujer, y vive con miles de mujeres enfermas.
Las intenta curar de sus cabezas, aliméntandoles el alma.
Están todas muy flacas.
Las tinieblas son demasiado densas para mí.
Y me refugio en el fuego, me protejo con cada color que va inventando.
Rojo.
Amarillo.
Negro.
Blanco.
Azul.
Verde.
Violeta.
Sus llamas de tan rojas se hacen transparentes, el calor tiene un color. Nada resiste. Nada se conserva. Todo trasmuta en las lenguas del fuego para cambiar de color, para cambiar de forma.
En el proceso cambian los olores, se estimulan ciertos ruidos que vienen a cantar, y todo sale del centro de eso que está quemándose. El fuego llega al centro y vira el color.

Condescendiente.

Recibo.

Y me encuentro con mis emociones, en un cuenco lleno de agua.
Mis ojos se reflejan en el agua clara.
Mi agua clara se refleja en mis ojos.
Bebo inundando la lengua. Moviendo cada gota, cada sorbo por entre los espacios más escondidos en mi boca.
Bebo, beso, disfruto.
Me acaricio.
El agua me limpia, me moja, me estimula.
Son todas mis aguas las que se mueven.
Y se mezclan.
Y el agua comienza a vibrar. Los dedos se mueven. Los pies tiemblan.

Fuera de mi, se me escapa el agua fuera de mi.
Estalla algo en el pecho, y el agua se me sale por los ojos.
Tengo que emitir sonidos con la garganta para que salga, porque se quedó una parte estancada.
Sonidos bien fuertes para captar la frecuencia de esa vibración que hace q el agua se me salga.

De a poco, del pecho se calman las vibraciones y me recuesto.

El pájaro de agua vuela de las brasas y se dibujan en los carbones ardientes 7 flechas que se combustionan en el corazón final.

Cada brasa es un espejito de color, que nos refleja a cada uno de nosotros. Cada uno se identifica con esa brasa; su pedacito de fuego, la parte de ese calor que quema, que atraviesa y que convierte.
Nos duele el pecho porque es el mismo pecho.
Pero después de tantos golpes y tantas realidades, descansamos en paz, tranquilos, así como si fuera en los brazos de una abuela que nos cuida.
Suspiro profundo. Me acomodo en mi lugar, en el mejor lugar en el que podría estar. Sonrío, juiciosa, colorida, tenía su ritmo, tenía flores hermosas en su pelo.
Me encuentro, mujer, jóven, sentada en ese mi asiento.
Y canto.
Me río.
Se me va el nudo de la garganta y se me destapa algo en el chakra sexual. Como si se deshinchara la pelvis y el sol que por fin entró por esa ventana me calma las sensaciones.


3 caballos que me miraron fijo.

Y entonces decidí ir.
Mis abuelos me invitaron en un sueño.
Mis abuelos me soñaron en un sueño.












Ahó Metakiase