lunes, 17 de agosto de 2009


Puertas cerradas,
sueños estériles.
Palabras que te lastiman, que te gritan, que te rasgan,
retumbando en una cabeza adolorida.
Girones de piel perdidos por la calle.
El destino enredado en tus medias rotas.
Glamour que chorrea grasa.
El encaje agujereado.
El platinado de la cabeza desgastado.
Maquillaje corrido, lágrimas de rimmel recorriendo tus mejillas.
Te chupa, te consume, te jala desde adentro
la más cruda tristeza.
La más inocente verdad que corroe,
que recorta, que destruye los huesos carcomidos por el tiempo.
Lujuria, pereza, gula... atacada por todos los pecados y más.
Perlas en tu cabeza, en tu cuello y en tus muñecas,
para ocultar la mugre, la suciedad alojada en la piel reseca.
Quebrada, temblando, tirada en la vereda.
Un hilo de sangre gotea por entre tus piernas flacas.
No es un mal sueño, Elena.
Fue una mala elección...

domingo, 16 de agosto de 2009

Informe Operativo





Tan parecido el idioma, y tan lejos de entendernos completamente.

Viajando, soñando, tropezando y riendo.

Llegué a Colombia, con el mundo girado, mirando todo desde otro punto, un viaje de sal, de azúcar y de limón. 2 horas más temprano.

Acá no se toma birra, tomamos polas.
Acá Ivanna es un nombre absolutamente raro, tanto que tengo que repetirlo un par de veces, hasta que dejan de llamarme Giovana o Johana... O a veces optan por llamarme "mona" -rubia-
Acá no hay hijos de putas, aquí todos son hijueputas...
La cocaína no se llama ni merca, ni pala, ni merluza... es el "Perico"
La marihuana, es vareta. Y la gente entonces se traba.
Si te invitan a tomar un tinto a las 10 de la mañana, no se trata de desadaptados sociales. Un tinto es un café. Y un café es un café con leche. Y estar mamado es estar cansado, (los primeros días estaba convencida que se trataba de un país de puros alcohólicos).
El membrillo se llama bocadillo, y se come con plátano.
No hay dulce de leche, sólo arequipe.
El servicio militar es obligatorio.
Acá la gente no tiene resaca, tiene "guayabo".
La frutilla es fresa, y Frutillitas, el dibujito para niños, se llamaba Fresita.
No existe el sindicato de la televisión, trabajamos hasta que terminemos y todo por los mismos pesitos.
Acá un sueldo de mil dólares es un sueldo de 1 millón de pesos.

Porteños y rolos...
El billete más grande que hay es de 50 mil pesos. Las monedas son de 50, 100, 200 y 500 pesos. No existen los mercaditos chinos a cada vuelta de esquina, sólo hay tienditas pequeñas que venden pocas cosas.
Acá huele a Gabriel García Márquez.
La gente escucha Soda Stéreo, Vicentico, Los fabulosos Cadillacs, los auténticos decadentes...
Hay puentes peatonales por todos lados.
Las calles tienen nombres de números. Disminuyen hacia las montañas.
Los dos cerros más grandes: Guadalupe y Monserrate. Una virgen y una iglesia.
Los policías son tombos.
Y los niños, chinos.
No hay subtes, pero crearon el Transmilenio, que es un bus muy grande que posee una calzada propia y viaja más rápido que cualquier buseta.
Mis amigas no están en esta ciudad... extraño a mis parceras de la vida.
Pailas marica, qué pereza...
todo es tan distinto...
Pero no hay que dar papaya, para que a uno no le mamen gallo.
Hay que tener cuidado con los gamines que te piden plata por la calle... por las dudas, tenés que tener un par de palabritas para defenderte...
-Hijueputa... polvero!!! Se me larga de acá gonorrea... (y cuando están ya lejos...) ¡PIROBO!

Cuidado parcero, si ud charla con alguien y no comprende este último léxico, pues debo informarle que se trata de puros gomelos.

Te cuento también de una ley que rige las calles y se llama PICO Y PLACA, de acuerdo a la placa de tu vehículo, 2 días a la semana no podrás sacarlo entre las 6am y las 8pm.
En las calles circulan puros autos nuevos, hasta ahora, en Bogotá nunca vi un peugeot 504... ayy como en el primer mundo! Lástima los tanques, que no creo sean último modelo...
Los motociclistas tienen la obligación de usar unos chalecos bien feos, de colores flúor, con las patentes de las motos. Y llevan uno para el acompañante también.
Otra cosa que sucede en la ciudad de Bogotá es la cultura separatista ya impresa en cada barrio. Cada persona, de acuerdo al lugar donde viva, posee un determinado estrato. A cada estrato le correponden impuestos distintos. Hay estrato 1 (gente pobre, muuy pobre, zonas alejadas), estrato 2, (gente sin tantos recursos), estrato 3 (gente de clase media), estrato 4, 5 y 6...

Y por último, antes de cerrar este informe, no puedo dejar de nombrar a... LOS ORTODONCISTAS!! Algo sucedió en algún momento, una equivocación en la producción de brackets nacional, alguien les agregó unos ceros a las cantidades que había que hacer, y los dentistas empezaron a colocar brackets a lo loco!!! Niños, niñas, mamás, papás, policías, actores, viejitas! Todos!! Nadie se salva de los brackets, ni hasta la mujer de pueblo, con sus vaquitas y sus 7 hijos... Desmesurado el uso de brackets en este país, realmente cada día me sorprendo con nuevas sonrisas plateadas que plagan la ciudad...

BOGOTÁ TE SONRÍE!


Hasta luego!!!














Madre ponme en la chaqueta, las medallas.
Los zapatos ya no me los puedo poner.
Mis dos piernas se quedaron, en Malvinas.
El mal vino no me deja reponer...
De la nítida y oscura pesadilla,
de Valeria Mazza, besando al cordobés,
que murió estaqueado solo entre los cuervos desangrados.
En Resistencia, aquí en los 2 de abriles, brindamos por él.
Argentinos, argentinos, qué destino mi amigo argentinos,
nadie sabe responder.
Argentinos, argentinos, caminando siempre al lado del camino,
la ventaja de no pertenecer.
Abrazada en la tribuna, con cualquiera,
cuando boca está en mi boca, en mi boca de mujer.
Entra el tetra hirviendo, el porro y las anfetas,
dale boca dale boca dale boca dale boca, tenga fé.-
Que la guerra está perdida, y de esto ya hace tiempo
y esto todos lo sabemos,
qué le vamos a hacer?
Te regalo la bombacha, transpirada,
si hoy ganamos la copa 4 a 3.
Argentina, Argentina, qué pasó en la Argentina,
es la casa desaparecida.
Argentina, argentina, bienvenidos a casa Argentina,
a la desaparecida.
Soy paragua de la villa 21,
yo te la mamo, yo te hago todo lo que vos querés...
El sargento Ibarra se me ha enamorado,
los domingos paga el whisky y el hotel...
Yo le robo la pistola cuando duerme,
y me voy a Godoy Cruz, a Godoy Cruz y Santa Fé.
A cuidar de la Ramona y de los pibes,
que te besan, te roban, te cuidan, entre las vías del tren.
Entre Rosas y Sarmiento, Don Segundo y Martín Fierro,
la barbarie y los modales europeos,
el país de los inventos, Maradona,
los misterios del lenguaje metafísico del gran resentimiento.
Bienvenidos inmigrantes a este paraíso errante,
ya se sabe que el que no arriesga no gana.
Y esa casa que dejaron escapando entre las balas,
era el caldo del cultivo a la nostalgia.
En el reino del silencio cavernario de oropeles,
un concilio de miserias, de rodilla en los cuarteles.
Y hubo una fiesta de todos, embriagada, delirante,
no te metas, algo habrá hecho ese maleante.
Yo volví con Onganía y la cosa aún seguía;
Aristócratas patricios y Patricias de Anchorena,
tan católicos mamones, protagonistas sin roles,
yendo tras de un socialismo patriotero, indicalista,
preparados todos para aterrizar en pista.
Ya vacíos los aviones, transformados en camiones
de intereses, balas tristesy vecinas que no entienden
que ha pasadoen este barrio tan tranquilo, tan callado
y quien dió la orden de cambiar el mundo?
De leer Antena en la peluquería
a jamás volver a sentir alegría.
Madres muy desesperadas cocinaban y planchaban
hoy sus hijos son caníbales fantasmas.
Los cadáveres se guardan o se esconden en el río,
en palacios de memoria ensangrentada.
Y tenemos pijas grandes, largas como mil facones
y anacrónicas arengas, melancólicas uniones.
La bandera enloquecida, maten a los maricones,
que los hombres van de putas para sentirse varones.
Siempre el padre omnipresente de mirada contundente,
que escondía un seductor muy asexuado.
Gracias papi por las flores, por las reivindicaciones,
vos sabés los hijos nunca te fallamos.
Y si mami aún viviera, hoy sería jardinera
en el Cementerio Club de las pasiones.
Yo que nunca anduve en nada, nunca me metí en política,
simplemente fui un muchacho hedonista;
y chiquitos y chiquitas inocentes con un arma
por el odio mas brutal descuartizados.
El mas fuerte penaliza, pega duro, te hace trizas;
nada personal, naturaleza humana.
Los poderes organizan cual será la repartija
de los bienes de la época.
Nadie se puede salvar, nadie se puede salvar.
Sigo vivo, sigo atento y observando con el tiempo,
esta extraña enfermedad inclasificada;
que te afecta muy deprisa, que te quita la sonrisa
cuyo síntoma es que ya no importa nada.
Argentino hasta la muerte, la patilla de Facundo
recortada de la Gente, de la Caras.
Y seguir comiendo mierda, cada día, cada noche
y explicarle al mundo entero nuestra nada de la historia universal
de la Argentina ensimismada,
que contiene enciclopedia de uno mismo
y encender con la birome palabritas en el cielo,
en el campo las espinas y en el centro de mi pecho hay un bicho que camina.
Hoy la casa de mi infancia ya no existe ni hace falta
yo la llevo bien adentro en mis entrañas.
Toda llena de colores y de desapariciones
muy tempranas, muy profundas, muy amargas.
Nada ha desaparecido, ni la casa con 10 pinos, ni mi amor, ni la zamba de mi esperanza.
Es que el mundo es muy cretino
pero puede ser divino, si yo quiero, porque nada en este mundo me hace falta.
Nada más que algunos trucos, un conejo, una galera, un colchón, un tocadiscos y una mesa.
Y es posible que los hijos puedan cambiar lo que hicimos
y la casa nunca mas desaparezca.
Argentinos, argentinos.
Qué destino mi amigo, argentinos, nadie sabe responder.
Argentinos, argentinos, caminando siempre al lado del camino,
la ventaja de no pertenecer.
Argentina, Argentina, qué pasó en la Argentina?
Es la casa desaparecida.
Argentina, Argentina, donde todo es mentira, Argentina, la desaparecida.
Bienvenidos a la casa de todos, a la casa desaparecida.
Bienvenidos a aparecer en este mundo,
Argentina la desaparecida.


Fito Páez